Muro autoportante cuyo alzado y cimentación constituyen una única pieza prefabricada en forma de “L” alcanzando una altura máxima de 4 m. y un ancho variable hasta 2,5 m.
Está destinado al sostenimiento de tierras en terraplenes y al acopio de todo tipo de materiales en silos y parques de minerales.
Sus principales ventajas son la sencillez de colocación para la que basta disponer una base de asiento correctamente regularizada, y su movilidad ya que los módulos pueden ser desplazados cuantas veces sea necesario mediante el uso de grúa ó carretilla elevadora gracias al especial diseño de los mismos.
Estos muros pueden ser cosidos en coronación por impostas y sus paramentos acabados en diferentes texturas y decorados.